19 April 2021

Es inevitable: tarde o temprano llega el momento en que miramos la alfombrilla del ratón y observamos que ya no tiene el esplendor de los primeros días. Si tu alfombrilla es Redragon, no te preocupes; tiene arreglo. Puedes lavarla fácilmente y restituirle por completo el encanto perdido. Aquí te contamos cómo.

 

Comienza lavándola con agua corriente, tratando de limpiar el máximo posible de suciedad.

Materiales

Considerando la variedad de los materiales que componen cualquier alfombrilla (desde la seda hasta el caucho), la manera más apropiada de darle buena limpieza es a mano, con  agua y un detergente neutro. Para restregar, puedes valerte de una escobilla suave o un paño de algodón.

Pasos

Comienza lavándola con agua corriente, tratando de limpiar el máximo posible de suciedad. Después, incorpora unas gotas de detergente neutro y frota suavemente la superficie con las manos, con una escobilla o con un paño.

Tras frotar por unos minutos, enjuágala con abundante agua, sécala parcialmente con una toalla de algodón y, por último, déjala secar a la sombra (para cuidar los materiales, no la dejes al sol).

¡Eso es todo! Ya tienes tu alfombrilla limpia y resplandeciente, como nueva.